Amigos, profesores y socios.
En 1992, Juan y Pedro se conocieron en la Secundaria Técnica No. 13, donde cursaron los tres años como compañeros de salón y del taller de electricidad. Formaron una amistad que desde el principio se caracterizó por su afición al fútbol. Esta pasión los llevó a jugar en la escuela de fútbol Chivas Satélite por las tardes. Así, por las mañanas se veían en la escuela y por las tardes en los entrenamientos de fútbol.
Durante su tiempo en la escuela, solían juntarse para los trabajos en equipo y apoyarse mutuamente en las tareas. Cabe mencionar que en su estancia en la Secundaria Técnica No. 13 Lázaro Cárdenas, se les fomentó la competitividad y la excelencia, ya que había constantes concursos académicos dentro de cada salón y contra otros salones, para luego competir con otras escuelas.
Al inicio, no se dieron cuenta de que esta metodología no era común en todas las secundarias, y que los preparaba para exámenes y competencias en diversas circunstancias. La secundaria siempre se caracterizó por obtener los primeros lugares en competencias académicas, y su prestigio es muy alto. Tiempo después, se dieron cuenta de que el 90% de los compañeros ingresaron a las escuelas que querían, y que la mayoría se convirtieron en profesionistas y personas de bien.
Tras terminar la secundaria, ambos amigos ingresaron al CECyT No. 4 Lázaro Cárdenas, que curiosamente tenía el mismo nombre que la secundaria. Aunque no quedaron en el mismo salón y escogieron carreras técnicas diferentes, la amistad no se perdió. Aunque la frecuencia de sus encuentros disminuyó, seguían viéndose y el tema común seguía siendo el fútbol: los sistemas de juego, los jugadores, etc. El segundo tema era la escuela: comparación de maestros, pláticas sobre cómo daban sus clases, formas de enseñar, e incluso compartían prácticas o métodos de estudio. Formaban grupos de estudio para pasar materias difíciles como matemáticas, física y química, costumbres que les ayudaron a superar los retos académicos. De hecho, fueron considerados para participar en el concurso de televisión “A la Cachi Cachi porra”, en el cual ganaron gracias a los métodos de trabajo basados en concursos y exámenes aprendidos desde la secundaria.
Después de terminar esta etapa, Pedro y Juan siguieron en la escuela superior en el IPN, en carreras diferentes: Ingeniería en Electrónica e Ingeniería Industrial, respectivamente. Siguieron frecuentándose con los mismos temas: fútbol y métodos de enseñanza. La escuela siempre fue un lugar seguro para ambos, donde se sintieron felices y con un gusto por la enseñanza y el aprendizaje.
Ambos decidieron trabajar en la industria pero también ser docentes por vocación y convicción. Juan regresó a nivel bachillerato o nivel medio superior en el IPN y Pedro hizo lo mismo en la UNAM. Durante casi 20 años se han desempeñado como docentes, se han actualizado, preparado y especializado en la enseñanza y el aprendizaje. Han sido preparados como docentes para la elaboración de reactivos para pruebas como el COMIPEMS, e impartido estos cursos de preparación como parte del equipo especial del IPN en el caso de Juan. Ambos decidieron afinar esa metodología de éxito y compartirla en los cursos de preparación para el nivel medio superior, cursos que te ayudarán a ser aceptado en la escuela de tu elección y te dotarán de las competencias y habilidades necesarias para tener éxito en cualquier escuela que elijas.
Así, crearon un centro de entrenamiento de estudiantes cuya característica principal es la efectividad en pruebas como exámenes y competencias, y en las habilidades que los destacan y diferencian de los demás estudiantes.
La metodología de ceee ha transformado mi aprendizaje, logrando resultados académicos sorprendentes en poco tiempo.
María López
Los profesores son muy capacitados y su enfoque educativo realmente mejora el rendimiento de los estudiantes.
Juan Pérez